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La quinta reunión de la comunidad de aprendizaje del Proyecto Transformación del Proceso de Aprendizaje-Enseñanza-Evaluación, TAEE, invitó a sus participantes a compartir su visión y experiencias en torno a la innovación y transformación de las experiencias de aprendizaje.

15 de noviembre, 2023

La quinta reunión de la comunidad de aprendizaje del Proyecto Transformación del Proceso de Aprendizaje-Enseñanza-Evaluación, TAEE, invitó a sus participantes a compartir su visión y experiencias en torno a la innovación y transformación de las experiencias de aprendizaje.

La comunidad de aprendizaje del Proyecto Transformación del Proceso de Aprendizaje-Enseñanza-Evaluación, TAEE, se reunió nuevamente el jueves 19 de octubre, en el contexto de este nuevo ciclo que tiene el foco puesto en la experiencia universitaria. En esta ocasión, el tema fue la innovación y transformación de las experiencias de aprendizaje.

Como señaló Verónica Polanco, profesional del Programa Política y Gestión Universitaria de CINDA, “la idea es poder dar cuenta de alguna acción específica que sea muy representativa de lo que en sus distintas universidades se realiza en tema de innovación en la enseñanza, y que en base a eso podamos en la conversación detectar puntos en común y diferencias también. De manera de trasladar la discusión, entre todos, a finalmente qué es lo que hace que algo sea innovador. ¿Por qué planteamos esa pregunta? Porque también la innovación puede tener distintas manifestaciones y comprenderse de distinta manera en las distintas universidades y así va a ir requiriendo, según los distintos contextos, distintas condiciones para que ocurra”.

Tras las exposiciones, uno de los elementos que se destacó al pensar la innovación en la docencia es la evaluación. “Yo pondría el foco del impacto de la innovación docente en la evaluación, no tanto en el transcurso de la docencia, las estrategias que uso, sino si estamos consiguiendo que los docentes entiendan que la evaluación tiene que adaptarse al alumnado, no solo es un requisito de los programas. Si estamos consiguiendo que con los diseños curriculares, con los programas, con las acciones de innovación, lleguemos a ese punto de transformar el rol docente y si eso se está viendo reflejado en la evaluación. (...) ¿Hasta qué punto estamos generando en la docencia una mirada distinta para hacer ese trabajo? Porque parecería que los diseños de asignatura y los syllabus que hacemos de recopilación de estrategias están dando buenas luces. Pero en la evaluación, al menos en nuestro caso, la tendencia es hacia lo sumativo, no hemos llegado a otras formas”, señaló Jordi Pardo, de la Universidad de Barcelona.

Coincidió en este aspecto Rafaela Diegoli, Vicerrectora Académica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, especialmente en lo que respecta a la evaluación en modelos que han incorporado la formación de competencias. “Nosotros, al entrar a un modelo de competencia, es impresionante la cantidad de paradigmas erróneos que seguimos encontrando en anécdotas y en el salón de clase. Yo creo que el armado de planes de evaluación ha sido de los mayores retos que hemos tenido”, indicó.

Innovación: un desafío para los docentes

A continuación surgió la pregunta sobre cómo involucrar a los profesores en estos procesos de innovación. “Probablemente algo que es crítico para la implementación de innovación en distintos niveles, es cómo sumamos a los docentes, cómo incorporamos a gente en esto, porque todo esto implica pensar en otras formas de abordar las tareas que solíamos abordar de una determinada manera”, reflexionó Verónica Polanco. 

En opinión de Carla Förster, Directora de Evaluación y Calidad de Pregrado de la Universidad de Talca, este acercamiento a los docentes debe ocurrir en dos ámbitos. “Por una parte, tenemos a esos profesores que innatamente son innovadores, que siempre están pensando su curso de manera distinta (...). Y que si no los vemos, no existen. Entonces tenemos que generar formas de hacerlos visibles y saber quiénes son. Y eso supone tener estas instancias institucionales donde estos profesores puedan participar, ya sea buscando su experiencia o buscando financiamiento para su experiencia. Pero también tenemos, por otra parte, todo lo que son las políticas institucionales. ¿Cómo generamos instancias desde arriba que ofrezcan esto a todos los docentes? Hay que tener una mirada estructural, institucional, porque si no, no salimos de la casuística y del profesor motivado”, señaló. 

Y en la misma línea continuó Rafaela Diegoli, relevando el rol de las políticas institucionales. “Este era el primer punto que quería comentar: la innovación desde la iniciativa del profesor versus la innovación como una estrategia institucional. Y creo que eso es fundamental, porque, al final, sí puedes tener espacios que permitan que emerjan innovaciones por iniciativa de cada docente, pero al final cuando, estás ofreciendo 50 grupos de una determinada materia, no puede ser que unos alumnos van a aprender mejor que otros porque su profesor utiliza estas herramientas y otros no. Entonces, yo creo que el tema de institucionalización de la innovación es muy importante y va de la mano con el propósito de la innovación, que es mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. No simplemente por hacerlo diferente, no simplemente por hacer un ejercicio creativo”.  

Coincidió también Marco Centeno, Coordinador de TI de la Universidad de Talca, quien señaló que “efectivamente el punto clave son las políticas institucionales de innovación. Yo creo que todo debería partir de ahí, para que le dé beneficios y oportunidades a los docentes, de acuerdo a esa política institucional, para poder hacer innovación”.

En una sesión de la comunidad de aprendizaje de TAEE se reúnen profesionales de las diversas universidades que participan en el proyecto, para compartir experiencias en torno a un tema particular. En este caso, fue sobre innovación y transformación de la experiencia de aprendizaje.

En una sesión de la comunidad de aprendizaje de TAEE se reúnen profesionales de las diversas universidades que participan en el proyecto, para compartir experiencias en torno a un tema particular. En este caso, fue sobre innovación y transformación de la experiencia de aprendizaje.

Y las políticas institucionales también tienen relación con las definiciones sobre para qué se innova. En ese sentido, Emi Fresneda, Directora de Asesoramiento para el Diseño del Aprendizaje del eLearning Innovation Center de la Universitat Oberta de Catalunya destacó la manera que la UOC se enfrenta a la propuesta de un docente de incorporar alguna innovación en sus clases. “Cuando alguno de nuestros profesores quiere hacer algún tipo de innovación, uno de los criterios por los cuales se lleva adelante ese proyecto, es si es suficientemente transversal como para que sea aplicado en todos los estudiantes de nuestra universidad. Ese es uno de los criterios clave por los cuales la institución apuesta en el proyecto de innovación que lidera el profesor”, describió.

Pero más allá de los incentivos que se puedan ofrecer, hubo acuerdo en la importancia de que los mismos docentes vean la innovación como una herramienta para mejorar los aprendizajes de los estudiantes. Y que se capaciten, se formen e investiguen sobre docencia. “Incorporar el perfil investigador a la docencia. Qué herramientas tengo, qué conocimiento hay, qué base teórica, qué referentes, qué modelos hay para comprender cómo se trabaja mejor con los alumnos en clases”, reflexionó Jordi Pardo. Y en la misma linea complementó Lisbeth Dávila, de la Escuela Superior Politécnica de Ecuador, ESPOL, insistiendo en la importancia de convencer a los docentes de lo relevante de la innovación en las experiencias de aprendizaje. “Si como docentes no somos capaces de valorar esa metodología, de creer en ella, de tener una buena percepción, no va a ser provechoso”, dijo.

Jordi Pardo fue incluso más allá, proponiendo una mirada sobre cómo la innovación debe ser parte de la formación de los docentes. “Nosotros no conseguimos conectar la mejora de los aprendizajes de los alumnos con la mejora de los aprendizajes de los docentes. Y son dos mundos que se tienen que conectar. (...) Me parece mucho más interesante entender las acciones de mejora, los proyectos de innovación y mejora, como acciones de formación para los docentes. (...) Hay que hablar de un proyecto de mejora, para que se informe, para que se incorpore, para que se aprenda de las cosas”, destacó.

Porque finalmente la innovación se propone como una herramienta para mejorar los aprendizajes y habilidades de los estudiantes. “En última instancia, innovamos porque consideramos que eso debiera cambiar la forma en que los estudiantes aprenden, y porque eso debiera impactar en que potenciemos en ellos otro tipo de habilidades de pensamiento, otra forma de abordar problemas, otra forma de conocer la realidad también, y eso también nos tiene que llevar a pensar dónde la situamos para que finalmente tenga sentido”, concluyó Verónica Polanco.