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27 de agosto, 2021

El 18 de agosto se realizó el primero de una serie de conversatorios con los que estamos celebrando los 50 años de CINDA. Estos se enfocarán en las acciones implementadas por las universidades miembros de la red para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de las Naciones Unidas. Este primer diálogo estuvo dedicado al ODS 5: «Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas».

En el encuentro participaron Patricia Sánchez Bravo, directora de la Cátedra Unesco de Igualdad de Género de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP); Julio Noriega-Velasco, Juan Arturo Nolazco-Flores, Leticia Almaguer Flores y Patricia Jacques Menchaca, del Tecnológico de Monterrey (TEC), quienes compartieron con nosotros su programa «Patrones hermosos»; Pilar Bontá, jefa de la Dirección de Equidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), y Elisa Piña, del Centro de Políticas Públicas de la PUC, que expuso el estudio «Empleo femenino y Covid-19: diagnóstico y propuestas».

El encuentro se organizó en torno a serie de preguntas que estimularon la conversación, y se inició abordando las situaciones a las que respondieron las acciones compartidas. Asimismo, los participantes dieron cuenta de las líneas de acción de sus iniciativas y destacaron sus resultados más significativos, así como las articulaciones realizadas con otras instituciones y experiencias.

Líneas de acción

Cada una de las experiencias presentadas en este conversatorio ha desplegado diversas líneas de acción durante su implementación. La Cátedra Unesco de la PUCP –que impulsa la igualdad de género produciendo conocimiento y visibilizando las brechas de género en la educación superior–, ha trabajado con otras universidades, levantando evidencia y elaborando protocolos de acción en el área del acoso sexual. El programa «Patrones hermosos», por otro lado, combina la acción de distintos actores para combatir la desigual presencia de las mujeres en las áreas STEM, incentivando en las niñas el interés por la ciencia de los datos en un campamento de una semana, en el que se desarrollan actividades lúdicas y pedagógicas. La Dirección de Equidad de Género de la PUC surgió impulsada por la evidencia de las brechas de género en las universidades, y su acción responde a tres grandes focos estratégicos: la participación de las mujeres en el desarrollo del conocimiento y en los espacios de toma de decisión en la academia, la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar, y la incorporación de la equidad de género en los planes formativos  Por su parte, el estudio realizado por el Centro de Políticas Públicas de la PUC –que diagnostica y analiza el impacto de la pandemia en empleo femenino en Chile– plantea propuestas en el ámbito de la reinserción laboral, las políticas de empleo, la entrega de subsidios, la capacitación y la reconversión laboral de las mujeres, buscando así enlazar la reflexión académica con los desafíos de la sociedad, levantando propuestas de políticas públicas.

Cambios, resultados y articulaciones en torno al ODS 5

En cuanto a los cambios y resultados producidos por las acciones compartidas, un efecto relevante del trabajo de la Cátedra Unesco de la PUCP ha sido la toma de conciencia y la formación de una masa crítica entre las profesoras del área de las ciencias, incidiendo también en la incorporación del enfoque de género en el currículum. Entre los resultados que el TEC ha advertido en «Patrones hermosos» se cuenta el estímulo del sentido de pertenencia y sororidad de las estudiantes, además de su alcance: ha llegado a casi todo México y a estudiantes de más de 240 universidades en 12 países. La Dirección de Equidad de Género de la PUC, por otra parte, ha obtenido la adjudicación de un proyecto de investigación que busca fortalecer la cultura de la equidad de género en la comunidad universitaria a través de los programas formativos, y ha diagnosticado la realidad de los docentes durante la pandemia, elaborando recomendaciones para fomentar la conciliación, la conciencia y la corresponsabilidad social. En este mismo sentido, ha abierto un concurso destinado a apoyar la docencia y la investigación de académicos que cumplan labores activas de cuidado. Por otro lado, el principal efecto del trabajo desarrollado por el Centro de Políticas Públicas de la PUC ha sido ayudar a poner la situación del empleo femenino en la discusión pública, haciendo visible el efecto de la pandemia en las brechas laborales ya existentes.

Es muy relevante destacar que todas estas experiencias se han articulado de una u otra forma con otros proyectos o instituciones. La Cátedra Unesco de la PUCP ha levantado información en diferentes universidades y países a través de su trabajo en la Red de Acoso, y forma parte de la Cátedra Unesco de Género, Ciencia y Tecnología. Además, se ha vinculado con organismos del Estado y el área privada. «Patrones hermosos», por otro lado, se articula también con otras iniciativas, como Culture of Respect, que reúne a más de 30 universidades comprometidas con erradicar la violencia sexual de sus campus, y forma parte del pacto HeforShe de Naciones Unidas. La Dirección de Equidad de Género de la PUC actúa colaborativamente con otras unidades, buscando implicar a toda la comunidad universitaria. En cuanto a sus articulaciones externas, participa en la Comisión de Igualdad de Género del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, así como en la Comisión de Equidad de Género de la Red G9 y en la alianza Mujeres en la Academia, que fomenta la igualdad de oportunidades para la mujer en la carrera académica. Las principales vinculaciones del proyecto desarrollado por el Centro de Políticas Públicas de la PUC están orientadas a conectar a académicos de distintas unidades de la institución, pero también buscan articularse con el Poder Ejecutivo y el Legislativo.

Al finalizar el encuentro, María José Lemaitre, directora ejecutiva de CINDA, destacó la importancia de las acciones compartidas: las universidades reproducen en su interior muchos de los problemas que afectan a la sociedad en la que están inmersas, pero pueden reflexionar sobre ellos y generar mecanismos para transformar sus prácticas y concepciones. Superar las desigualdades de género supone producir transformaciones culturales profundas; compartir experiencias y poner sobre la mesa las experiencias en curso contribuye a acelerar esos cambios que la sociedad demanda.

El 24 de septiembre continuaremos con esta labor: los invitamos a participar en el próximo conversatorio, en el que conoceremos diversas experiencias orientadas al ODS 3: «Garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades».