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17 de mayo, 2024

El proyecto TAEE, “Transformación del proceso de aprendizaje – enseñanza – evaluación” (TAEE), iniciativa de la red de Vicerrectores Académicos de CINDA, se reunió para reflexionar en torno al tema de la experiencia de vida universitaria y la calidad de esta, incluyendo la problemática de la salud mental y cruzada por el tema de la pandemia, que tuvo dos generaciones en clases online, cambiando por completo el escenario de la vida estudiantil en los campus universitarios.

Todos los asistentes analizaron el tema de la adaptación de los estudiantes a entornos de aprendizaje virtual y presencial, destacando la importancia de repensar el rol del docente y el diseño de las actividades para mantener la atención y la participación activa de los estudiantes.

Se compartieron experiencias sobre los cambios en las dinámicas de las clases presenciales y virtuales para los estudiantes y las formas en que se está adaptando el rol docente a las necesidades de los estudiantes en la actualidad.

“La clave es cómo transformamos esta idea de vida estudiantil, a una práctica docente incorporando estas nuevas herramientas. ¿Nos vamos a quedar en, el uso de las herramientas digitales, volvemos atrás o vamos por ambos?”, se preguntó la Directora del Programa de Política y Gestión Universitaria de CINDA, Alejandra Silva.

Por su parte Jordi Pardo, de la Universidad de Barcelona, se refirió a la relevancia de la relación del docente en lo que pasa en la vida de esa persona que está estudiando en la universidad, que está en nuestras instituciones durante una serie de años importantes. “Eso hay que tenerlo en cuenta ya que es uno de los factores que afecta a la calidad de la vida universitaria”, puntualizó.

La representante de la U. de Talca en el grupo TAEE, Carla Förster, agregó que no solo hay que verlo desde el punto de los docentes sino también de los estudiantes. “Uno tiende a pensar que los estudiantes cambiaron. Sí, cambiaron, pero yo recuerdo que los profesores que tenía cuando yo estudiaba, decían lo mismo, que nosotros éramos distintos a los estudiantes de antes, o sea, siempre los estudiantes van a ser distintos a los profesores”.

Y lanza el cuestionamiento sobre qué se va a hacer con los estudiantes que tenemos hoy. “¿Cómo vamos a hacer que su experiencia en la universidad, entendida dentro de la sala, interactuando con sus compañeros o con otros de otras carreras, sea una experiencia que los enriquezca y que les dé aprendizaje para la vida?

Durante la reunión se planteó la posibilidad que además de reflexionar en torno al tema se sistematice en un producto. Se propuso la realización de un decálogo con recomendaciones y sugerencias, para estudiantes y docentes. También, propuestas de acciones que no solo caractericen buenas prácticas, sino también desaciertos, como oportunidades de aprendizaje.