15 de noviembre, 2022
“Un lapso de tiempo distinto del habitual, en el que suceden hechos trascendentales, se llama Kairós. A mi no me cabe duda de que estamos viviendo un Kairós digital”. Con estas palabras presentó Álvaro Rojas, subdirector ejecutivo de CINDA la temática central del acto académico que se llevó a cabo durante la Junta Directiva 2022: la transformación digital.
Las tecnologías de la información son un elemento que está presente en casi todos los ámbitos de la sociedad y las universidades no han estado ajenas a su incorporación. Ya desde hace tiempo se vienen desarrollando procesos de digitalización en que muchos de sus procedimientos se hacen mediados por la tecnología. Y la pandemia del Covid19 ha actuado como catalizador, acelerando la entrada definitiva de las TICs a la actividad universitaria.
El rector de la Universitat Oberta de Catalunya realizó una clase magistral para los miembros de la Red CINDA sobre transformación digital titulada “La transformación digital de la Universidad: entre El Gatopardo y Encuentros Cercanos del Tercer Tipo”.
Y es justamente en este contexto que se inserta el desafío de la transformación digital, ya que esta implica ir más allá que la mera digitalización. Mientras la última consiste básicamente en usar la tecnología para hacer más eficientes los procesos que ya se realizaban, la transformación digital se refiere al uso de la tecnología para hacer cambios más profundos. “Hablamos de transformación digital cuando, a través del uso de la tecnología, conseguimos hacer nuevas actividades utilizando, también, nuevas metodologías”, profundizó Josep A. Planell, rector de la Universitat Oberta de Catalunya durante su presentación.
La transformación digital supone un cambio sistémico y cultural dentro de las instituciones, pues implica modificaciones en la organización y la gobernanza. Por eso, su propósito es lo fundamental. Como señaló Planell, “las universidades pueden optar por un proceso que refuerce su misión y su lugar en el mundo o pueden plantearse otros objetivos que hasta hace pocos años no tenían a su alcance”.
Oportunidades de la transformación digital en la universidad
Esto, por supuesto, abre una serie de oportunidades. Las universidades transitaron inicialmente desde un modelo tradicional, basado en el pensamiento crítico y la creación, a uno dentro de la sociedad industrial, que potencia una formación profesionalizadora. La pregunta que surge actualmente es, con el avance hacia la sociedad de la información, ¿cuál surgirá como modelo de formación predominante? ¿Cuáles serán las competencias que los estudiantes requerirán y cómo se verá afectada la experiencia vital por esta transformación digital?
Las herramientas digitales y la virtualización permiten pensar en un modelo de universidad que llegue a más personas, aumentando la cobertura, pero que llegue también a distintas personas, disminuyendo las brechas que actualmente tienen diversos grupos para acceder a la educación superior. Personas con discapacidad, mujeres en zonas rurales y personas mayores pueden verse tremendamente beneficiadas con la educación virtual.
Pero como se comentó anteriormente, la transformación digital no se limita, o no debería entenderse exclusivamente como la virtualización del aula, ya que es la transformación de la organización en su conjunto, y por eso constituye un cambio cultural. Una transformación que implica cambiar los procesos, productos y servicios de forma de impactar positivamente en los estudiantes, y también en la eficiencia y capacidad operativa de la universidad.
Y eso implica también un cambio en las personas. “La transformación digital no significa que hay un departamento de tecnología, sino que ésta es transversal a toda la estructura de la institución”, señala Planell. Y agrega que para conseguir una transformación efectiva se requiere conjugar el modelo pedagógico, el modelo tecnológico y el modelo organizativo. “Incorporar la tecnología nunca es un problema. El tema realmente importante es el cultural: ¿queremos realmente hacer esta transformación o no?”, se preguntó.
Las herramientas digitales y la virtualización permiten pensar en un modelo de universidad que llegue a más personas, aumentando la cobertura, pero que llegue también a distintas personas, disminuyendo las brechas que actualmente tienen diversos grupos para acceder a la educación superior.
Transformación digital: la importancia de trabajar en red
Sin duda la transformación digital es una experiencia compartida por las instituciones de educación superior, en la que muchas veces se repiten las dificultades. Por esto, y como quedó demostrado durante la crisis sanitaria, la posibilidad de trabajar de manera colaborativa se hace importante, especialmente a través de instancias como el Centro Interuniversitario de Desarrollo. En palabras de Álvaro Rojas, “este año elegimos la transformación digital en nuestras universidades, las implicancias que esto tiene en nuestras distintas misiones y funciones y la relevancia que tiene para proyectar el trabajo a distintos niveles, ya sea intra o inter institucionalmente, como lo hacemos en nuestra Red CINDA”.
Experiencias de transformación digital en universidades de la Red CINDA
INNOVACCIÓN / Escuela Superior Politécnica del Litoral, Ecuador
Este programa tiene el objetivo de crear oportunidades de intra-emprendimiento basado en tecnología, ofreciendo a los colaboradores de la universidad la oportunidad de aprender y desarrollar habilidades a través la presentación de soluciones innovadoras a los retos que enfrenta ESPOL. Se desarrolla anualmente y en él participa personal administrativo y docente, en grupos idealmente multidisciplinarios. Los grupos preseleccionados reciben capacitación a través de talleres y mentorías que les permitan mejorar su propuesta. Los ganadores reciben incentivos, además de apoyo para implementar su idea.
ESPOL ha implementado el programa INNOVACCIÓN, que apoya a miembros de la universidad en el desarrollo de innovaciones basadas en tecnología.
Uno de los proyectos ganadores, que está en fase de implementación se enfoca en la reducción del consumo energético. La clave de esta propuesta es generar una herramienta personalizada donde las partes involucradas puedan monitorear el consumo de energía, recibir recomendaciones de acción y hacer seguimiento del problema hasta su finalización.
SATIS / Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá
El Sistema de Alertas Tempranas, Intervención y Seguimiento es una iniciativa de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Vicerrectoría Académica y es un instrumento que intenta identificar riesgo en los estudiantes, específicamente aquellos de tipo académico, para tener la capacidad de anticiparse a los desempeños e intervenir cuando un estudiante está en peligro de desertar o no ser exitoso en su proceso formativo.
SATIS es un ejemplo de innovación y transformación digital, porque precisamente usa la información, el día a día y las dinámicas y procesos de la labor docente y de consejería, conjugándolas e involucrando a diferentes unidades con el objetivo de optimizar los recursos de intervención y así tener una cobertura más amplia de acompañamiento. Demuestra cómo la transformación digital mejora los procesos, permitiendo tomar decisiones a partir del flujo de información y su análisis.
Control de acceso Campus Montevideo / Universidad Católica del Uruguay
La UCU implementó en el campus Montevideo un sistema de control de acceso mediante pasarelas y tarjetas de acceso. El proyecto incorporó un componente de tecnología y software, además de un cambio cultural al pasar de un acceso libre a uno mediado por tecnología. Pero además, esta modificación permite tener información para la toma de decisiones en cuanto al uso de los espacios. Permite comparar qué pasó en una semana respecto de la otra, por ejemplo, y hacer proyecciones a través del uso de datos.
La Universidad Católica del Uruguay, miembro de la Red CINDA, implementó en su Campus Montevideo un sistema de control de acceso que además les permite recabar información.
“El tema es de estrategia. Entender por qué y para qué se hace. Es un cambio cultural, es la gestión de una estrategia digital”.
Alvaro Rojas, Subdirector Ejecutivo CINDA