2 de mayo, 2019
Señaló que “lo primero a destacar es la evaluación positiva que los coordinadores tienen del funcionamiento del programa, y lo importante que es para sus instituciones la movilidad estudiantil. Esta sigue siendo el alma de la internacionalización por muchas razones, como la riqueza de la inmersión cultural para los estudiantes y la posibilidad que ofrece de establecer lazos y de enriquecer sus desarrollos personales y académicos. Pero también hay conciencia de que no es suficiente sólo mover a los estudiantes de pregrado para generar un impacto más institucional de la movilidad y, además, es necesario considerar que los perfiles de los estudiantes han cambiado”.
Al respecto, explicó que no todos los estudiantes pueden hacer intercambios por largo tiempo y que el nuevo perfil de estudiantes presenta el desafío de buscar maneras para movilizarlos, considerando que, por ejemplo, algunos cuentan con menos recursos económicos, otros trabajan, o tienen familia u otro tipo de compromisos que no les facilitan realizar un intercambio que los obligue a permanecer semanas o meses fuera de su país.
“Esta realidad abrió la necesidad de que, independientemente de seguir trabajando en la movilidad de pregrado como tradicionalmente lo entendemos —ir por uno o más semestres a otra universidad— podemos buscar estrategias y explorar otras vías que permitan a quienes lo requieran acceder a otras opciones”.
Reforzamiento de alternativas
Soledad Aravena agregó que es posible reforzar otras vías: “Tenemos que explorar alternativas distintas de movilidad, incluyendo las experiencias y oportunidades que ya existen en las universidades, y ofrecerlas en la red para ese perfil distinto. Para eso tenemos que desarrollar una estrategia, porque puede ser un trabajo complejo investigar cuáles son las alternativas en universidades tan diversas La propuesta en el encuentro fue levantar las ofertas en que las universidades ya han tenido experiencias, para reflotarlas”.
En síntesis, Aravena destaca que una de las conclusiones principales del encuentro es que “la movilidad de pregrado es positiva, valiosa e institucionalmente relevante, pero no puede ser la única a sostener, hay que buscar nuevas vías para abrirla a otros integrantes de la comunidad y a otros perfiles de estudiantes de pregrados, y entre esas vías están la búsqueda de nuevas modalidades, como por ejemplo la virtualidad, así como de recursos de apoyo y temas de interés”.
La segunda conclusión importante es que la internacionalización es una tarea más amplia que la sola movilidad y que la red quiere avanzar en ese sentido y hacer de la internacionalización algo cotidiano, que se respire, que se vea, que se viva en las universidades todos los días y no solo cuando alguien "viaja".
Para ello, una de las líneas de trabajo proyectada es acordar qué se va a entender por internacionalización en CINDA, cuáles son las estrategias para internacionalizar más allá de la movilidad del pregrado y qué acciones concretas se pueden realizar para lograrlo.
“Se reflexionó sobre el quehacer de las unidades u oficinas de internacionalización y cómo fortalecer esas instancias. También se vio la necesidad de analizar qué pasa con los estudiantes que vuelven, cómo pueden compartir su experiencia con sus compañeros y docentes, o cómo incentivar que las personas que realizan tareas de gestión intermedias en la universidad también tengan la posibilidad de optar a intercambios fuera, que les permitan fortalecer su trabajo”.
Proyección
En el mediano plazo quedaron tres líneas y tres grupos de trabajo preliminarmente constituidos para avanzar en tres tareas concretas que la red se propuso: entender las miradas sobre la internacionalización en las distintas instituciones, explorar formas no tradicionales de movilidad y buscar información sobre fuentes de financiamiento y recursos de apoyo. “La proyección de esos grupos de trabajo pasa además por incorporar esas propuestas en el proyecto de internacionalización de la red de vicerrectores académicos. Lo que nosotros acordamos con el grupo de PIU es que se presenten para ser consideradas en este proyecto y así se viabilicen dándoles un marco de respaldo institucional más amplio. También hay otras líneas de acción que pueden concretarse con el trabajo de la propia red, como mejorar la plataforma web de PIU Pero es relevante incorporarlas en ese proyecto más amplio, porque es evidente que son tareas que requieren apoyo institucional, recursos, asignación de tiempo, entre otros. De esta forma también se potencia el trabajo entre las redes especializadas. Ambos aspectos son claves, considerando que la internacionalización es un lineamiento estratégico para CINDA".
Comentarios de los asistentes
Luis Hernández, director de la oficina UOC México para LATAM:
“Nuestra experiencia en temas de movilidad tiene que ver con recibir en nuestras aulas virtuales estudiantes de diferentes partes del mundo y ahora estamos trabajando con diferentes universidades, y para nosotros es un reto crear esos espacios de movilidad virtual en esas universidades para que nuestros alumnos de la UOC puedan estudiar en esas aulas virtuales (...) Un plus es que en nuestras aulas tenemos estudiantes de todo el mundo, si bien somos una universidad española”.
Karina Sánchez, encargada Relaciones Internacionales de ESPOL:
“Dentro de ESPOL manejamos desde la oficina de Relaciones Internacionales todos los procesos de internacionalización a nivel institucional (…) Esto lo estamos implementando a través de varios recursos como reglamentos, de becas para movilidad académica, reglamento en sí de movilidad académica entrante y saliente, y también, una verificación de todas las iniciativas que se dan con las nuevas carreras, que se están abriendo en el área de posgrado. Estamos buscando que todas las carreras tengan una iniciativa de internacionalización (…) En las maestrías buscamos (…) que se incluya una componente de semana internacional. En el área de pregrado que los estudiantes se enteren de cuáles son las opciones para hacer intercambios académicos y que los estudiantes conozcan el abanico de posibilidades”.
Helena Loaiza, encargada de Comunicaciones UOC México para LATAM:
“La UOC es universidad pionera en educación 100% virtual. Este año cumplimos 25 años y estamos trabajando en Latinoamérica, en CINDA, dando a conocer la movilidad online”.
Patricia Montaño, directora oficina internacional TEC de Monterrey:
“Hablando de movilidad no tradicional, creo que empieza a ser una tendencia más marcada, que los alumnos solicitan quieran experimentar y acceder a opciones distintas a las tradicionales. Esto obliga a las universidades a pensar en cómo enriquecer (…) a cómo enriquecer lo que es la experiencia internacional de los propios alumnos y de los alumnos que recibimos en nuestras sedes. Y es por ello que creo importante que CINDA busque alternativas sobre estos temas para tener una oferta atractiva que permita a los alumnos latinoamericanos encontrar la riqueza que cada uno de nuestros países y universidades tienen”.
Sergio García, coordinador movilidad estudiantil internacional PUCV:
“Para nosotros como PUCV es importante participar de esta instancia de encuentro de PIU CINDA, principalmente porque la mayoría de las universidades que conforman esta red, son universidades latinoamericanas y para nosotros es importante vincularnos más con instituciones que son de la misma región y con las cuales probablemente compartimos un sentido en común. Además poder conocer a las personas que trabajan y que están encargados de la movilidad internacional en sus respectivas universidades”.
Viviana Anache, directora general de relaciones internacionales UNQ:
“Nosotros en Quilmes, el año pasado, fuimos anfitriones de nuestra reunión. Un año después, aquí, vemos un avance y una integración mayor de todos los participantes miembros de la red. (…) Tuvimos una jornada de trabajo muy intensiva, con mucha participación de todos, eso es importante para ir buscando las mejoras, los cambios, (…) y CINDA es muy importante para todas las universidades (…) Para Quilmes fue nuestro pilar fundamental en lo que tiene que ver con nuestro programa de intercambio, porque a partir de las primeras movilidades que se realizaron con CINDA nació el programa de movilidad de la UNQ”.
César Miranda coordinador de desarrollo internacional PUCP:
“Los desafíos del PIU son, principalmente, encontrar cuál es el valor diferencial como red, más que como programa, a los socios. Creo que nuestras discusiones han ido alrededor de eso y estamos cercanos a definir el rol del PIU efectivamente como una red, como un club, como una asociación, un grupo de universidades cercanas muy parecidas, que tienen finalidades en común, que apuntan a lo mismo, con una visión internacional de las cosas”.