21 de septiembre, 2021
Una de estas iniciativas fue desarrollada por el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), y consiste en la investigación «El poder de la dieta: una respuesta sociológica a las desigualdades nutricionales». El objeto de estudio de este proyecto es el programa Super Sopa –que produce un alimento de calidad, de composición balanceada y bajo costo, desarrollado desde Ingeniería en Alimentos de la UNQ–, a través de un abordaje multidisciplinar que busca analizar y ampliar su impacto en una coyuntura de crecientes desigualdades nutricionales y sociales. La investigación espera obtener resultados tanto en el campo teórico como en la aplicación en prácticas concretas de la producción, puesta en valor y llegada al público consumidor de la Super Sopa.
«Hoy el acceso desigual a nutrientes es un factor clave para entender la exclusión social», sostiene Luis Blacha, director del proyecto «El poder de la dieta». Para esta investigación la alimentación resulta un punto de partida central para promover la inclusión social. «El desafío es incluir al comensal, y este vínculo demanda un abordaje interdisciplinar», agrega; en el proyecto participan ingenieros en alimentos, sociólogos, historiadores y nutricionistas. El programa Super Sopa, iniciado el año 2003, ha aportado aprendizajes muy valiosos para proponer soluciones alimentarias con impacto social que incorporen no solo a los consumidores, sino también a los productores de alimentos. Para Luis Blacha es muy relevante poder estudiar en el tiempo los cambios producidos en el vínculo con los alimentos, «al punto que es posible medir la desigualdad social a partir de la composición de la dieta, de aquello que ponemos en la mesa».
La Universidad de los Andes (UANDES), de Chile, a su vez, expondrá su programa RADAR (Red para la Atención y Derivación de Adolescentes en Riesgo), una iniciativa orientada a la prevención del suicidio en adolescentes a través de la creación de una red entre distintas comunidades escolares y organismos de salud para la detección, derivación y atención de adolescentes en riesgo suicida. Este programa nació en octubre del año 2009, producto de la colaboración entre la universidad, la comunidad de Puerto Aysén y el Servicio de Salud de Aysén, como respuesta a la alta tasa de mortalidad por suicidio en esa región. Los resultados del programa mostraron tanto una alta proporción de adolescentes en riesgo suicida que no eran visibilizados por el sistema de salud, como la factibilidad de implementarlo como una intervención efectiva en la comunidad.
Para Magdalena Santelices, el principal beneficio del desarrollo de este programa para Uandes ha sido el trabajo en conjunto con la población y los usuarios directos. «El programa RADAR nos ha permitido conocer de primera fuente la problemática social y crear una solución junto a la comunidad». La respuesta encontrada entre los usuarios fue muy positiva, destaca. «Eso nos permitió implementar un plan para escalar en cobertura a toda la comuna de Aysén y al resto de la región». Además, Uandes está iniciando la implementación del programa en la comuna de Puente Alto, que posee el mayor número de suicidios a nivel nacional.
La Universidad de Málaga (UMA), por su parte, desarrolló a partir del año 2018, el «Programa de Mediación entre Iguales», orientado a la difusión de información y promoción de la salud en la comunidad universitaria a través de la mediación entre pares. Entre las áreas en que el programa se despliega se encuentran la prevención de drogas, la promoción de la alimentación sana y de la salud afectivo-sexual y la mediación en igualdad y violencia de género. El programa considera un curso de formación de dos módulos, y permite a sus grupos de trabajo elaborar proyectos de intervención que luego se desarrollan con el apoyo financiero de la UMA. Como respuesta a la pandemia del Covid-19 la universidad debió modificar sus procesos y actuaciones, implementando la iniciativa «Mediación virtual en promoción de la salud», que permitió a mediadores y mediadoras informar y sensibilizar a sus iguales en las temáticas que el programa abordó en sus versiones anteriores.
La iniciativa, que forma parte del Plan UMA Saludable, ha permitido incentivar el surgimiento de agentes de salud entre los estudiantes, utilizando como base metodológica el principio de la difusión de la información entre iguales como modelo de cambio de conductas. María del Carmen Merchán, del Vicerrectorado de Igualdad, Diversidad y Acción Social de la UMA, señala que el «Programa de Mediación entre iguales» ha tenido una excelente respuesta entre sus destinatarios, que valoran muy positivamente la información recibida y la metodología empleada. «Nuestra meta a corto plazo es continuar trabajando en la implantación de conductas y hábitos saludables, así como en el cambio de las conductas de riesgo, además de trabajar en nuevos ámbitos, como multiculturalidad, comercio justo y consumo responsable», agrega.
En la segunda sesión de nuestro ciclo de conversatorios podremos conocer estas acciones en profundidad y entablar un interesante diálogo acerca de sus proyecciones y aprendizajes. Los invitamos a participar en ella, el próximo viernes 24 de septiembre a las 10:00 (UCT-4).