En el contexto del laberinto que puede significar para muchos estudiantes el ingreso a la educación superior y el paso por la universidad, las instituciones educativas, conscientes de esta realidad, han adoptado un enfoque cada vez más proactivo para asegurarse de que ningún estudiante se pierda en el camino.
Para eso, el acompañamiento institucional se ha erigido como una herramienta esencial para nutrir y fortalecer el camino de aprendizaje de cada estudiante. Lo hacen a través de diversas iniciativas, que incluyen programas de orientación; mentorías y tutorías de directivos, académicos y estudiantes; consejería individual o grupal en el área de la salud mental; programas de inclusión y diversidad; y sistemas de prevención de la deserción, entre otros.
La comunidad de aprendizaje del Proyecto Transformación del Proceso de Aprendizaje-Enseñanza-Evaluación, TAEE, se reunió nuevamente el jueves 17 de agosto, en el contexto de este nuevo ciclo que tiene el foco puesto en la experiencia universitaria. En esta ocasión, el tema fue el acompañamiento a estudiantes. “La idea es poder identificar si las experiencias de cada institución en torno al acompañamiento estudiantil tienen puntos comunes que pueden ser apreciados con facilidad y que podamos, entonces, determinar cómo se construye, cómo se concibe el acompañamiento en sus universidades, y también qué desafíos está enfrentando ese acompañamiento en el contexto actual”, señaló Soledad Aravena, Directora del Programa Política y Gestión Universitaria de CINDA.
La sesión se desarrolló primeramente en tres grupos más pequeños, en los que dos o tres universidades pudieron hacer una presentación breve sobre sus acciones en el ámbito del acompañamiento y luego identificar puntos comunes y desafíos. Posteriormente, ese resumen se compartió en el plenario del grupo completo, para dar pie a la discusión.
Los participantes expusieron sobre las experiencias de acompañamiento en sus universidades.
En general se apreció que las universidades de CINDA que participan de este proyecto de la Red de Vicerrectores Académicos tienen una mirada similar respecto de la importancia del acompañamiento a los estudiantes, con énfasis en los primeros años y en el bienestar emocional y la salud mental de los mismos. Como indicó Margarita Ortiz de ESPOL, “Tenemos en común que el acompañamiento está efectivamente centrado en el estudiante y que se quiere tener un acompañamiento desde el principio, desde el momento en que se enrola en la universidad. Y que ese acompañamiento no es solamente académico, sino también un acompañamiento psicológico, de bienestar. También, el aspecto de inclusión se ve bastante reflejado en la importancia de atender esas necesidades”.
Acompañamiento estudiantil: un desafío para los docentes
Entre los principales desafíos también se encontraron elementos compartidos. Entre ellos está la dificultad de informar y motivar a los estudiantes a acercarse a las distintas instancias, considerando que la gran mayoría son voluntarias, así como las dificultades para centralizar la información que se recopila de manera de poder visualizarla de una manera rápida y eficiente para tomar decisiones a tiempo. También se mencionó la complejidad de incorporar de una buena manera a los docentes en el acompañamiento a los estudiantes. “Hemos visto la importancia de la articulación y la organización de estos procesos, y la necesidad de que, una vez que se establecen como necesarios y se engranan en la misión de la universidad como parte integrante de sus modelos, se les faciliten las condiciones de viabilidad y sustentabilidad. Porque la implementación de estos modelos fuera del aula requiere un gran trabajo. Pero, por otro lado, eso no puede pasar sólo fuera de las salas de clases, no puede ser sólo un sistema de acompañamiento que no se articula con la diversidad de experiencias que los estudiantes tienen. Y ahí volvemos a una preocupación que parece muy importante. En la comunidad de aprendizaje tenemos esta mirada amplia, pero siempre volvemos a reflexionar sobre qué pasa con el profesor”, comentó Soledad Aravena.
Finalmente, se destacó la concordancia entre todas las instituciones respecto de una mirada centrada en el bienestar del estudiante. “Todos estamos enfocados al acompañamiento del estudiante y nosotros, al momento de generar nuestro modelo, nos preguntamos sobre por qué. Por qué tenemos que tener un modelo, que anteriormente no teníamos, y principalmente es por el tipo de alumno que ahora estamos recibiendo. Todo el aspecto psicosocial con el que viene el estudiante, que es muy importante de entender, (...) es lo que quisiéramos que nuestros mentores y nuestros directores de entrada y de programa entendieran, para que estuvieran sensibles al impacto positivo que ellos pueden tener en el momento de tener el contacto. Y eso para mí sería ideal que pudiese suceder, porque ya tocar un alma de un estudiante, yo creo que es lo más noble que pueda haber”, reflexionó Martín Velázquez del Tecnológico de Monterrey.
“En el fondo, lo que se está haciendo es destacar, en la misión de la universidad, no solo el conocimiento técnico y la formación de profesionales competentes en sus capacidades profesionales, sino también el impacto personal que la experiencia universitaria tiene en las personas, particularmente en los estudiantes. El impacto que se produce a través del encuentro entre personas. Los programas de acompañamiento lo hacen muy visible”, concluyó Soledad Aravena.
La próxima sesión se llevará a cabo el jueves 21 de septiembre y tendrá como tema central las competencias digitales.
Las universidades de CINDA mostraron las diversas maneras que tienen para hacer acompañamiento a sus estudiantes.
