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11 de agosto, 2021

El 7 de julio las redes VRA y VRAF sostuvieron una reunión conjunta, con el propósito de compartir conocimientos y buenas prácticas orientadas a sostener y apoyar a las comunidades universitarias en medio de la emergencia sanitaria.

La directora ejecutiva de CINDA, María José Lemaitre, le dio la bienvenida a los participantes, resaltando el valor de interconectar a las redes especializadas de CINDA, enriqueciendo a través del trabajo y la reflexión conjunta las funciones y experiencias de los equipos de las instituciones de educación superior.

En la primera parte de la reunión se presentaron los resultados de la Encuesta de Transformación Tecnológica de las Universidades, realizada por la red de Vicerrectores Académicos (VRAF) a través del Observatorio de Administración y Finanzas (OAF), en la que participaron los equipos de la Universidad del Norte, de Colombia, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de la Dirección Ejecutiva de CINDA.  El estudio –diseñado antes de la pandemia– buscó originalmente recoger información acerca de cómo las universidades de la red están abordando la digitalización de su gestión, poniendo a partir del año 2021 un especial énfasis en los aspectos relacionados con la docencia. La encuesta recogió antecedentes acerca de la transición a la docencia remota de emergencia, la implementación de esa docencia remota, y la atención y los servicios de apoyo ofrecidos a los estudiantes.

Andrés Chartuni, de Uninorte, y Ramón Capillas, de la UOC, comenzaron presentando la metodología y el procesamiento y análisis de datos de la encuesta, en tanto Carme Anguera, de la UOC, y Soledad Aravena, de CINDA, dieron a conocer los resultados del estudio. Si bien la tasa de respuestas fue relativamente baja, la diversidad geográfica de las instituciones encuestadas –de América del Norte y el Sur, del Caribe y Europa– ofreció resultados interesantes de analizar.

En el ámbito de la transición a la docencia remota de emergencia, el estudio reveló que la gran mayoría de las universidades desarrollaron un plan institucional de transición a la educación virtual, que necesitaron recursos adicionales para esta transición y realizaron adecuaciones a sus normativas internas; en cambio, solo un tercio de ellas realizó modificaciones en su modelo de organización. En cuanto a la implementación de la docencia remota, la mayoría de las universidades encuestadas desarrolló planes de formación para docentes y personal de gestión, mientras la mitad de ellas los implementó para los estudiantes. Además, requirieron dotar de equipamiento a sus docentes y personal de gestión, y resolvieron las dificultades en esta área principalmente a través de apoyos financieros y préstamos de dispositivos.

Otro bloque del estudio indagó en los ajustes formativos llevados a cabo por las universidades; en el ámbito de la docencia, estos ajustes se enfocaron principalmente en la innovación metodológica, el diseño y organización de las clases, en el uso de herramientas tecnológicas, en la reformulación de las actividades prácticas y en la capacitación docente. En el área de la evaluación las acciones se orientaron –entre otros aspectos– a la organización de las evaluaciones, que se hicieron más frecuentes y acotadas, y a la adaptación de su diseño a los entornos virtuales. También se realizaron acciones de evaluación de la docencia remota y de la formación y el acompañamiento a los docentes. En cuanto a la formación práctica, se implementaron modelos de simulación y laboratorios virtuales, entre otras herramientas tecnológicas, se elaboraron y distribuyeron materiales para el trabajo a distancia y se prestó apoyo pedagógico a los docentes.

También se realizaron acciones de acogida a los estudiantes de primer año, como actividades de integración y bienvenida, cursos de nivelación académica y acciones de acompañamiento, como tutorías virtuales y unidades de consejería. Además, la mayoría de las universidades creó o reforzó iniciativas destinadas a los estudiantes en situación de discapacidad, apoyando la formación de los docentes, creando materiales accesibles y realizando un monitoreo permanente. En el ámbito de la deserción estudiantil se desarrollaron sistemas de alerta y acompañamiento, se ofreció apoyo sicológico y económico y se hicieron ajustes curriculares.

La mayoría de las instituciones encuestadas consideran que las medidas tomadas han permitido controlar aspectos críticos de su quehacer y atenuar el impacto de la pandemia, y todas ellas mantendrán algunos de los ajustes realizados en docencia, evaluación y formación práctica tras la emergencia sanitaria. En este sentido, las medidas más mencionadas son las modalidades híbridas, el uso de plataformas tecnológicas y los planes de formación continua de los docentes.

Luego de la presentación de la encuesta, los participantes se dividieron en tres salas para asistir a la exposición de las buenas prácticas de gestión de apoyo a las actividades formativas en pandemia, presentadas al banco de buenas prácticas del OAF. Se compartieron 7 prácticas, organizadas en tres áreas específicas: prácticas de apoyo a los docentes y la docencia, prácticas de apoyo a los estudiantes y prácticas de apoyo transversal a la comunidad universitaria. Todas ellas fueron expuestas por sus líderes y responsables institucionales, dando a conocer sus propósitos, logros y proyecciones en la actividad de cada universidad.

La reunión concluyó con la confianza de que estos encuentros se repetirán, buscando generar conocimiento más allá de las áreas especializadas de las redes.

Listado de prácticas presentadas

Prácticas de apoyo a los docentes y la docencia

  • «Continuación académica durante la contingencia COVID-19. Modelo Hyflex+». Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
  • «Apoyo a los profesores en la transformación de la docencia universitaria. Universidad Católica del Uruguay.

Prácticas de apoyo a los estudiantes

  • «Portal de servicio de atención al estudiante». Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
  • «Reperfilamiento dinámico del presupuesto institucional». Universidad del Pacífico, Perú.
  • «Bienestar emocional durante la contigencia». Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Prácticas de apoyo transversal a la comunidad universitaria

  • «Docencia no presencial de emergencia». Universitat Oberta de Catalunya.
  • «Cuidado de la comunidad UC durante la pandemia». Pontificia Universidad Católica de Chile.
  • «Atención integral para asegurar la continuidad de la actividad académica, garantizando la sostenibilidad de la Universidad». Pontificia Universidad Javeriana Bogotá