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Registro de la actividad

14 de junio, 2021

En el seminario, realizado el 13 de mayo, se dieron a conocer los resultados del proyecto «Trayectorias formativas inclusivas de los estudiantes universitarios. Influencia de los currículos explícito e implícito», desarrollado en los años 2018-2019 por el Grupo Operativo de Universidades Chilenas (GOP) de CINDA, con la participación de 9 instituciones.

María José Lemaitre, directora ejecutiva de CINDA, les dio la bienvenida a los participantes, destacando la oportunidad de preguntarse por el fortalecimiento del currículo implícito como una forma de promover la inclusión, y de pensar juntos en nuevas formas de hacer universidad.

A continuación, Mario Letelier, coordinador del GOP, expuso el desarrollo del seminario y dio paso a la exposición de los grupos que abordaron los distintos aspectos del estudio, que buscó enfocar la mirada en el currículo implícito. En primer lugar, Viviana Sobrero, jefa de la Unidad de Estudios, Análisis y Evaluación del Departamento de Pregrado de la Universidad de Chile, expuso el marco conceptual del proyecto, que buscó identificar las buenas prácticas de formación inclusiva y evidenciar las instancias formativas que apuntan al desarrollo integral de la persona, entendiendo la formación integral de los estudiantes como una forma de avanzar hacia la inclusión, considerando el currículo como un proceso multidimensional y poniendo el foco en las trayectorias formativas.

Por su parte, Carlos Rilling, subdirector del Departamento de Pregrado de la Universidad de Chile, describió el proceso de consulta a las instituciones, que pretendió identificar los elementos a través de los cuales las universidades buscan convertirse en instituciones inclusivas. Entre los hallazgos de la consulta, podemos señalar que los valores y principios inclusivos están representados principalmente en las misiones institucionales y en los modelos educativos de las universidades. La participación de los estudiantes en la toma de decisiones presenta los resultados más bajos, en tanto la aplicación de estrategias evaluativas y de enseñanza que facilitan la inclusión tienen una fuerte presencia en las instituciones.

Patricia Letelier, coordinadora general de la Unidad de Aseguramiento de la Calidad de la Universidad del Bío-Bío, presentó la consulta realizada a los estudiantes, buscando conocer su percepción de los factores que favorecen y dificultan la educación inclusiva. Según esta consulta, el valor menos percibido por los estudiantes es el que se refiere a su participación en la toma de decisiones, en tanto la mayoría de ellos reportó adquirir aprendizajes inclusivos en entornos que no son los universitarios. Por otro lado, para ellos los aspectos académicos más promovidos por los docentes son la autonomía y la responsabilidad con el aprendizaje, y el aspecto que más valoran en cuanto a la contribución de la universidad a su bienestar personal es la posibilidad de alcanzar sus aspiraciones personales y profesionales.

A partir de esta información se intentó determinar en qué medida las características de los estudiantes afectaban a sus percepciones, y para ello se realizó un análisis relacional que expuso Michelle Lapierre, docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Temuco. Este análisis concluyó que los estudiantes de grupos sociales históricamente excluidos tienden a percibir de peor manera las acciones inclusivas de su institución, y que es necesario generar prácticas que permeen la vida universitaria en todos sus niveles y espacios.

A continuación, Flavio Valassina, docente del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura de Universidad del Bío-Bío, presentó algunas consideraciones acerca del contexto de emergencia sanitaria, que afectó seriamente a las actividades de docencia y la vida universitaria, impactando tanto al currículo implícito como al explícito. El proyecto también se vio afectado, debido a que fue diseñado y ejecutado en tiempos de normalidad académica, y sus resultados reflejan la situación de ese momento. La perspectiva de la inclusión también cambió con la emergencia: desaparecieron algunas barreras, pero aparecieron otras, como las tecnológicas, al tiempo que se producían nuevos escenarios de aprendizaje y se evidenciaba la necesidad de generar recursos de aprendizaje para contextos de crisis.

Por último, Michelle Lapierre presentó las conclusiones del proyecto, articuladas en la forma de desafíos y propuestas. Entre los desafíos se identificó la necesidad de avanzar en la inclusión entendiéndola como participación, especialmente de los grupos tradicionalmente excluidos. Trabajar en la formación para la inclusión, incorporándola en la formación transversal de cada disciplina, es otro desafío que enfrenta la educación superior, así como la necesidad de implementar formas de evaluación y monitoreo y de generar apoyos a la diversidad, centrando la atención en la comunidad como colectivo y desarrollando prácticas educativas flexibles.

Las propuestas de acción fueron estructuradas en torno a las cuatro funciones de la universidad: en el ámbito de la gestión, se recomienda avanzar en la inclusión institucionalmente intencionada, garantizando espacios para la interacción estudiantil que fortalezcan el currículo oculto. Respecto de la docencia se propone diversificar la enseñanza, reconociendo la diversidad del perfil de ingreso de los estudiantes. Por otro lado, se recomienda generar investigación permanente en inclusión, incorporando a los estudiantes como coinvestigadores y generando conocimiento en torno a la inclusión educativa. En cuanto a la vinculación con el medio, el estudio recomienda formar en inclusión a los equipos académicos, así como a la comunidad interna y externa, y respecto del contexto de emergencia sanitaria, se propone dar cabida al currículo implícito en la experiencia de la formación a distancia.

Para terminar, se produjo un animado intercambio de ideas entre los participantes, que profundizaron en las diferentes temáticas abordadas en el encuentro. Los resultados completos del proyecto, así como las experiencias compartidas durante el seminario, serán recogidos en el libro que CINDA publicará próximamente.

Universidades participantes

  • Universidad de Antofagasta
  • Universidad de Chile
  • Pontificia Universidad Católica de Chile
  • Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
  • Universidad de Talca
  • Universidad del Bío-Bío
  • Universidad de Concepción
  • Universidad Católica de Temuco
  • Universidad de los Lagos