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14 de diciembre, 2020

El pasado 27 de noviembre se realizó la segunda reunión virtual de la red de Vicerrectores Académicos de CINDA. En esta ocasión, Unicamp y la Universidad de Málaga compartieron sus experiencias de evaluación del aprendizaje en el contexto de la docencia remota de emergencia, y pudimos conocer los avances del proyecto «Transformación del proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación», de la red VRA.

Durante el año 2020, uno de los desafíos más importantes al momento de asegurar la continuidad del proceso formativo de las universidades ha sido la implementación de nuevas formas de evaluación del aprendizaje, adaptándolas a las nuevas modalidades de docencia remota. La segunda reunión virtual de nuestra red de Vicerrectores Académicos (VRA), que tuvo lugar el pasado 27 de noviembre, estuvo enfocada principalmente en ese desafío. El encuentro fue conducido por Soledad Aravena, directora del programa Política y Gestión Universitaria de CINDA, y nos permitió conocer dos experiencias de evaluación del aprendizaje.

En primer lugar, Marco Antonio Garcia de Carvalho, coordinador del Grupo Gestor de Tecnologías Educacionales y asesor de la Prorrectoría de Pregrado de la Universidade Estadual de Campinas (Unicamp), expuso la presentación «Evaluación de aprendizajes en el contexto de la docencia remota de emergencia», en la que relató el trabajo desarrollado por Unicamp para adaptar sus procesos de enseñanza y evaluación a la modalidad virtual. Para cumplir este objetivo, la universidad desarrolló en pocos días una plataforma web de Apoyo a la enseñanza digital, con herramientas, tutoriales y recursos destinados a implementar una metodología de evaluación remota del aprendizaje. Por otro lado, las directrices de Unicamp apuntaron a la necesidad de promover las evaluaciones formativas y acumulativas, priorizar las evaluaciones asíncronas para atender los problemas de conectividad de algunos estudiantes, fomentar el uso de las herramientas disponibles en la universidad y desarrollar un debate acerca de las cuestiones éticas involucradas en las evaluaciones remotas.

Además, con el objeto de realizar un diagnóstico de las actividades de enseñanza y evaluación en línea, Unicamp implementó una serie de instrumentos. La encuesta «Unicamp y el nuevo coronavirus» fue uno de los más relevantes, y midió tanto las dificultades de los estudiantes para adaptarse a la enseñanza en línea y hacer evaluaciones remotas, como sus dificultades de acceso a internet y su dominio de las tecnologías, entre otras variables. Al mismo tiempo, el sondeo registró una serie de datos acerca de los cambios en las actividades de evaluación posteriores a la pandemia, como de los tipos de evaluación aplicados, el uso de herramientas virtuales de enseñanza y el dominio de las tecnologías por parte de los docentes.

Entre los datos arrojados por el estudio, podemos encontrar que la mayoría de los estudiantes tuvo problemas de desempeño en las actividades de evaluación remota, en tanto la mayoría de los docentes presentó algún nivel de dificultad en las adaptaciones provocadas por el periodo de confinamiento social, mientras para el 74% de ellos las evaluaciones remotas constituyen un desafío importante.

La segunda presentación –«Evaluación de aprendizajes en un contexto de docencia online»–estuvo a cargo de Ernesto Pimentel Sánchez, vicerrector de Estudios de la Universidad de Málaga (UMA). Como muchas instituciones, la UMA se vio obligada a realizar una transición muy rápida, adaptando la docencia a la modalidad virtual en unos pocos días y enfrentando una serie de desafíos para implementar la evaluación en línea. En primer lugar, para garantizar la adquisición de los resultados de aprendizaje se debieron adaptar las metodologías de evaluación de manera que respondieran a las transformaciones que habían sufrido las estrategias de aprendizaje. Otra dificultad se relacionó con la necesidad de garantizar la autoría de los trabajos de evaluación; para enfrentar este reto, la UMA definió dos posibles vías de solución: potenciar la evaluación continua, incentivando la diversificación de canales, y monitorizar pruebas similares a las presenciales de modo automático. Garantizar los derechos de los estudiantes fue otro desafío que debió enfrentar la universidad, y esto se hizo siguiendo la legislación europea de protección de datos, que autoriza el tratamiento de datos personales para cumplir una misión considerada de interés público. Por último, para garantizar la igualdad de oportunidades de los alumnos, se buscó proporcionar un entorno digital similar al presencial, al que tuvieran acceso todos los estudiantes, garantizando el acceso a la calidad atendiendo a la posible brecha digital debido a las competencias digitales de los usuarios, entre otros aspectos.

El análisis de estas adaptaciones evidencia que el profesorado tiende a mantener sus estrategias de evaluación presencial usando medios telemáticos, y que persiste un número significativo de docentes que no apuesta decididamente por la evaluación continua. Al finalizar su exposición, Ernesto Pimentel concluyó que la transición desde la docencia presencial a la virtual se realizó de forma satisfactoria en la UMA, aunque la evaluación del aprendizaje sigue siendo uno de los retos más relevantes de este proceso.

Luego de las presentaciones de los expositores se realizó una ronda de preguntas y respuestas, durante la que se trataron cuestiones relativas a los aspectos éticos de la evaluación en línea, la protección de datos, la necesidad de garantizar la autoría de los trabajos de evaluación y evitar el fraude académico, y la evaluación continua como estrategia de medición de los aprendizajes efectivamente adquiridos.

A continuación, Luis David Prieto, vicerrector académico de la Pontificia Universidad Javeriana y coordinador de la red VRA, invitó a los asistentes a incorporarse al proyecto «Transformación del proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación», y participar en este desafío de colaboración que busca plantear nuevos horizontes de desarrollo y acciones de transformación de los procesos formativos. Soledad Aravena presentó el estado de avance del proyecto, recordando su origen en la reunión de vicerrectores de mayo de 2019, en la que se establecieron como ejes de trabajo de la red el proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación, y el fortalecimiento de la docencia.

El objetivo fundamental de este proyecto es el de promover la transformación de los procesos de formación universitaria para responder a los desafíos actuales de la función docente, intercambiando prácticas innovadoras y creando redes de colaboración. Como objetivos más específicos, se busca identificar y compartir buenas prácticas educativas que sean transformadoras del proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación, y crear espacios de colaboración continua entre académicos y gestores de las universidades de CINDA. Soledad Aravena expuso también las acciones diseñadas para cumplir estos objetivos durante el año 2021, invitando a todas las instituciones de la red a sumarse a este esfuerzo de reflexión, aprendizaje y colaboración.