El Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA, posee una historia de más de 50 años dedicados a establecer y mantener una red de colaboración entre universidades, con el objeto de poner su conocimiento acumulado y su capacidad de reflexión crítica al servicio de los principales desafíos que enfrenta la educación superior.
Y durante ese período, solamente ha tenido dos Directores Ejecutivos. El primero fue Iván Lavados, quien ocupó el cargo hasta 2009, y la segunda, María José Lemaitre, quien lo deja este año tras más de una década a cargo de la institución.
Trayectoria en torno a la calidad y equidad
María José estudió sociología en la Pontificia Universidad Católica de Chile y después realizó estudios de postgrado en educación y comenzó a trabajar en diversas instituciones, como la Corporación de Promoción Universitaria, CPU y luego como Secretaria Ejecutiva del Consejo Superior de Educación. Ahí dió sus primeros pasos e hizo las primeras reflexiones sobre el que se transformaría en su temática central de trabajo: la calidad y la equidad en la educación superior. Como ella misma ha relatado:
La experiencia del Consejo Superior de Educación mostró la necesidad de extender las actividades de aseguramiento de la calidad a las instituciones autónomas, tanto las públicas o privadas existentes antes de 1980, como las que certificaron su autonomía durante los noventa. Así, por decisión del Ministerio de Educación, dejé el Consejo y fui encargada de proponer criterios y procedimientos para la acreditación voluntaria de carreras y luego de instituciones, en la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP). Estos criterios se definieron a partir de comisiones conformadas por representantes académicos, empleadores y asociaciones profesionales, en el caso de programas, y de rectores y vicerrectores para instituciones.
María José se ha distinguido tanto en el área de la gestión como en el desarrollo de políticas educacionales. Desde diversos sectores se reconoce y agradece su contribución al mejoramiento de la calidad de la enseñanza entregada en nuestro país a nivel escolar y superior. Ciertamente, Chile le debe el desarrollo de un conjunto de políticas educacionales que han permitido avanzar hacia una educación de calidad, destacando la promoción de valores como la equidad y la inclusión, que son fundamentales para el engrandecimiento y desarrollo de la sociedad.
Pero la trayectoria de María José Lemaitre en el campo de la educación no se ha limitado al territorio nacional. Ha sido consultora de UNESCO, labor que también ha desempeñado en diversos organismos internacionales evaluando instituciones de educación superior y agencias de aseguramiento de la calidad en los cinco continentes, así como integrando equipos de la OCDE para evaluar sistemas de educación.
En el plano internacional, no puede dejar de mencionarse su participación en la Red Internacional de Agencias de Aseguramiento de la Calidad (INQAAHE); en la formación de la Red Iberoamericana de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (RIACES) y, por supuesto, su actual rol como Directora Ejecutiva de CINDA.
Directora Ejecutiva del Centro Interuniversitario de Desarrollo
Regresé a CINDA (donde había hecho mis primeros ejercicios profesionales en 1978) para hacerme cargo del Instituto Internacional de Aseguramiento de la Calidad (IAC), que opera en diversos países latinoamericanos, acreditando carreras e instituciones y prestando servicios de asesoría y consultoría. Después de ese cargo, asumí la dirección ejecutiva en 2009, y desde aquí diseñamos múltiples proyectos, trabajados en conjunto con nuestras universidades miembros. Así, hicimos el primer estudio sobre el efecto del aseguramiento de la calidad en las universidades en Iberoamérica, con apoyo de la Unión Europea, en el que participaron 23 universidades de 17 países; publicamos periódicamente un informe sobre la Educación Superior en Iberoamérica, reconocido como la fuente más completa y actualizada sobre el sector en la región, y estamos trabajando en temas de internacionalización, transformación del proceso de aprendizaje, enseñanza y evaluación, y en la digitalización de los procesos y funciones universitarias.
Durante su gestión, se publicó en 2012 el libro «Aseguramiento de la Calidad en Iberoamérica». Este informe presenta el resultado de un proceso de trabajo colectivo realizado a través de un proyecto desarrollado en el marco del programa ALFA III de la Unión Europea que fue coordinado y dirigido por CINDA.
También se generó, a partir del trabajo de la Red de Vicerrectores Académicos, un proyecto destinado a identificar y procesar un conjunto de indicadores que permitieran mejorar la gestión de calidad de la formación de pregrado. Esto dio origen a un libro, titulado «Calidad de la formación universitaria. Información para la toma de decisiones».
María José Lemaitre, junto a Álvaro Rojas, nuevo Director Ejecutivo de CINDA y Raúl Atria, en su última visita a las dependencias de la institución.
Liderazgo en momentos de crisis
Todo este trabajo de la red no habría sido posible sin el compromiso y entrega de María José, así como su enorme conocimiento sobre el mundo de la educación superior. Tal como destaca Josep A. Planell, ex rector de la UOC y anterior Presidente de CINDA:
"María José es una persona extraordinaria por su capacidad de trabajo y entrega al mismo, por su visión panorámica del mundo y el quehacer universitario, por sus conocimientos y compromiso con la mejora de la calidad de la educación superior. Su dimensión internacional ha sido también un factor que ha prestigiado CINDA así como la trayectoria de nuestra red en el fomento de la calidad de nuestros respectivos sistemas universitarios. Ella ha sido un bastión sobre el que hemos edificado el prestigio de nuestra red. En este momento en que María José deja la Dirección Ejecutiva de CINDA debo agradecer su labor pero sobre todo su amistad".
Una de las duras pruebas que ha pasado el Centro Interuniversitario de Desarrollo fue cuando se produjo el repentino fallecimiento del Director Ejecutivo y fundador de CINDA, Iván Lavados Montes, a fines de 2009. “Fue un duro golpe para todos los que compartíamos la dirección ejecutiva, fue como quedar huérfanos de la noche a la mañana”, relata Lorena Pavez, asistente de Dirección Ejecutiva. “María José tuvo la visión y temple para seguir el camino recorrido y adoptar el legado del director anterior, al tiempo de conducir a CINDA con la impronta que la caracteriza: conocimiento acabado y actual de los sistemas de aseguramiento de la calidad en la educación superior. Agradecemos que haya tomado la posta en el momento más difícil y que haya terminado su carrera en CINDA con el éxito y reconocimiento absoluto de quienes tuvimos el honor de colaborar con ella”.
Su liderazgo y capacidad de enfrentar desafíos también se notó al comienzo de la pandemia. Como refiere Verónica Polanco, profesional del Programa Gestión y Política Universitaria, “en esos momentos María José puso mucha atención por el cuidado y bienestar de todos los miembros del equipo, y además manifestó confianza en que, a pesar de las circunstancias, el trabajo se continuaría realizando de manera profesional y con la mayor fluidez posible. De hecho, a pesar de la pandemia el año 2021 fue muy productivo en actividades dada la celebración de los 50 años de CINDA. Y eso fue posible por el compromiso de todos quienes trabajamos aquí y por el impulso dado por María José”.
Experticia y visión
“Lo primero que diría es que María José es una de las expertas en educación más importantes de Chile, tanto dentro como fuera del país, y que para CINDA es un privilegio haberla tenido como directora ejecutiva”, señala Soledad Aravena, Directora del Programa Gestión y Política Universitaria de CINDA. “Es muy importante relevar cómo ella ha contribuido al foco de la calidad de la educación superior, como un aspecto clave de su desarrollo y proyección, y que su trabajo ha visibilizado que para lograrla es fundamental contar con sistemas que la promuevan y la evalúen, y que convoquen a las comunidades universitarias en su conjunto”, agrega. “Uno de sus grandes aportes para la educación superior es la idea de que la calidad no es algo que se obtenga (como un producto) sino que es una disposición permanente de las instituciones, grupos y personas; es un camino que debe ser recorrido con convencimiento y que no tiene fin”, complementa Pablo Baeza, Director Académico de IAC-CINDA.
Su búsqueda permanente por encontrar nuevas áreas de análisis y de acción en la educación superior la han mantenido siempre vigente. Como describe Soledad Aravena, “es alguien muy visionaria para adelantarse a los desafíos del futuro, como lo fue respecto al aseguramiento de la calidad al iniciar el trabajo en esta área, y como en la actualidad también sigue trabajando en temas de sostenibilidad, transformación digital, profesionalización de la gestión e internacionalización transformadora”.
Pero su influencia trasciende lo meramente académico y se manifiesta también en su forma de trabajo y su capacidad de diálogo permanente. “El trabajo con María José siempre fue en un ambiente de mucha horizontalidad y cordialidad. Siendo ella una experta internacional en educación superior nunca impuso sus ideas sino que permitía que cada uno de nosotros se expresara y aportara desde su mirada. Personalmente es una experiencia muy enriquecedora trabajar con ella”, resalta Pablo Baeza. Y en la misma línea, Panchiba Barrientos, profesional del IAC-CINDA, destaca su generosidad y apertura. “Las distintas distancias se podrían haber notado mucho, pero en el trabajo cotidiano eso más que ser un problema o una posibilidad de separación y no entendimiento, era algo que solamente enriquecía nuestras posibilidades de conversar. Y eso es clave, porque necesitamos pensar así como IAC y como CINDA, pero también en todos los espacios donde creemos que algo puede cambiar. Porque finalmente con María José, CINDA ha sido eso, la posibilidad de pensar la educación superior desde la posibilidad de cambio”.
El equipo de la Dirección Ejecutiva de CINDA el año 2013.
Estimada Maria Jose:
Estoy agradecido contigo por la construcción institucional y por la oportunidad de aprender y compartir con colegas de Iberoamérica.
Los mejores deseos para ti en esta nueva etapa.
Darío Codner, Universidad Nacional de Quilmes
Un gran saludo y afectuosas felicitaciones, por todos estos años de fructífera labor en la gestión estratégica de redes interinstitucionales, para el bien del desarrollo de nuestra Educación Superior.
Luis Urra, Universidad de Talca
Estimada María José:
Nos conocimos en la reunión de rectores en el Tecnológico de Monterrey en 2019. Atesoro recuerdos gratos e inolvidables de aquel encuentro.
Me impresionaste. Eres una guerrera con una trayectoria admirable en tus aportes a la educación. Tus disertaciones y publicaciones disponibles en internet así lo confirman. Desde la UCLA, Venezuela, te envío nuestro afecto.
Un abrazo desde la distancia.
Que el Divino Creador te colme de bendiciones.
Miguel Ángel, Cordero Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”
Un cálido saludo para María José, con mi mayor sentimiento de admiración y gratitud por toda la gestión adelantada para la consolidación de CINDA. Su dedicación, liderazgo y generosa cercanía han permitido avanzar de manera coordinada en diferentes frentes.
Deseo que esta nueva etapa esté llena de salud, de alegrías y de gratos momentos.
Luis Francisco Martínez, Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
Muchas gracias estimada María José,
Por todos estos años de dedicación, ilusión y compromiso en CINDA, contribuyendo a mejorar la vida de las personas a través de la educación de calidad.
Un abrazo,
Carme Anguera Iglesias, Universitat Oberta de Catalunya
